Silvia Moyano, junto a Pablo Perri, director de la Vendimia, y todo el equipo creativo, serán los encargados de darle vida, una vez más, al Teatro Griego Frank Romero Day. Esta edición será especialmente significativa, ya que se celebra el 90 aniversario de la fiesta máxima de los mendocinos.

Para la guionista, ser la autora en esta edición tan especial es una responsabilidad enorme y una alegría inmensa, pero también un sueño. “Implica un compromiso muy grande. No es un recorrido menor sostener una tradición tan maravillosa: es un esfuerzo de todo el pueblo en conjunto”, afirmó.

Ser una de las protagonistas que lleva adelante esta Vendimia es una emoción que, según expresa, “no encuentra palabras”. Explicó que escuchar y ver materializadas esas líneas que pensó, repensó y escribió; verlas en acción y oírlas en boca de los artistas, es profundamente movilizador. “Es un inmenso compromiso. Las palabras deben ser sencillas, sinceras y nobles para llegar a todos”.

Sobre el proceso de creación

Antes de sentarse a escribir el guion, Moyano realizó un proceso intenso de estudio e investigación: recurrió a distintas fuentes y también a recuerdos personales. Primero construyó una base sólida para que la producción tuviera un sustento histórico y no fuera solo ficción, sino una pieza con raíces reales.

“A veces el título cuesta más que todo el resto del trabajo. Condensar en una frase la esencia de lo que queremos comunicar es sumamente difícil. Pasó por millones de transformaciones, idas y venidas, papelitos arrugados. Sabíamos que queríamos destacar esta fecha tan especial, así que desde el comienzo los 90 años debían estar nombrados en el título”, señaló.

Luego eligieron algunos personajes claves para Mendoza, quienes llevan la voz y el hilo de la historia. Como siempre ocurre, el guion fue modificándose con los aportes de las diferentes áreas que hacen posible esta celebración. “Ha sido una construcción totalmente colectiva”.

La autora y guionista de la próxima Fiesta Nacional de la Vendimia compartió detalles sobre el proceso creativo detrás del espectáculo y reflexionó sobre la responsabilidad de escribir una historia que, año tras año, vuelve a reunir a miles de mendocinos en el Teatro Griego Frank Romero Day. En esta edición, afirmó, la tradición y la renovación convivirán para ofrecer un espectáculo que respete los elementos identitarios de la celebración, pero que también sorprenda al público.

Moyano destacó que ocupar el rol de mujer guionista implica una responsabilidad adicional en un contexto donde el trabajo femenino se visibiliza cada vez más. Considera fundamental sostener y ampliar los espacios conquistados por las mujeres dentro del ámbito creativo. “Dar el mensaje de que todas podemos, de que estamos en igualdad de condiciones en cuanto al talento y al trabajo. Eso me emociona y me hace muy empática con las demás mujeres”, señaló. Para la autora, la mirada femenina imprime una sensibilidad particular en los procesos de creación: “La calidad, la sencillez y ese ojo clínico especial se sienten en el trabajo”.

En relación con la Vendimia, explicó que se trata de una fiesta que combina tradición y renovación. Los elementos históricos y técnicos que forman parte de su identidad deben permanecer, pero cada año es necesario incorporar elementos nuevos que mantengan vivo el interés del público. “La gente siempre espera algo nuevo… pero no puedo adelantar demasiado”, afirmó entre risas, anticipando que el público encontrará guiños y propuestas novedosas en la puesta en escena.

La guionista también reflexionó sobre el desafío y la emoción de contar una historia que se repite cada año, pero que en esta edición adquiere un matiz especial. Explicó que el Teatro Griego Frank Romero Day tiene una presencia única: “Su forma, su espacio y, cuando el público lo habita, parece tener alma propia. Es estremecedor”. Aunque hay componentes que deben mantenerse por tradición, cada espectáculo requiere encontrar nuevas formas de narrarlos. “Lo importante es que sea una historia que todos puedan comprender. Para hablar en difícil hay otros momentos: lo sencillo llega de una manera muy particular”, destacó.

La autora ya tiene experiencia en este rol: en 2024 escribió “Coronados de historia y futuro”. Esa primera vivencia, asegura, la hizo madurar. “Es un proceso natural, como en la naturaleza, como en una cepa. La mirada cambia, la experiencia suma. No es mucha comparada con otras personas, pero me aferré a eso: a recordar los comienzos, los tropiezos, las idas y vueltas. Igualmente, siempre está esa emoción: es casi como la primera vez”.

Sobre el trabajo en equipo

En 2024 también consolidó su vínculo con Pablo Perri como director, un equipo que comenzó a gestarse en 2018. “Al mismo tiempo que crece la cepa y la experiencia, creció nuestra amistad y el equipo de trabajo. Hay mucho respeto y admiración mutua. Ninguno tiene toda la verdad, entonces construirla juntos ha sido un proceso hermoso”, comentó.

El equipo general es federal, conformado por personas de distintos puntos de Mendoza y con diferentes niveles de experiencia: algunos con muchas Vendimias encima y otros viviendo la primera. Esto implica intensidades y miradas diversas. La comunicación y el respeto son la base de este gran conjunto creativo. Un rasgo distintivo es que todos aprenden del otro y todos pueden expresar lo que necesitan.

Una fiesta para honrar el trabajo y la tradición

Moyano define a la Vendimia como una forma de cuidar la memoria de nuestra historia. “El peor enemigo del pueblo es el olvido. Cuando olvidamos y pensamos solo de manera individual, perdemos. Cuidar la memoria es responsabilidad de todos”.

Las nuevas generaciones también se acercan a esta tradición: para algunos es añoranza; para otros, el recuerdo de verla por televisión en familia; para muchos jóvenes, un aprendizaje. “Hay que hacer partícipes a todos: a los que recuerdan y a los que vienen”.

Para la guionista de 90 cosechas de una misma cepa, lo fundamental es que el público sienta que esta celebración es una responsabilidad colectiva. “El mensaje final que queremos dejar es el valor del pueblo: del trabajador de la tierra y del hacedor cultural. La fiesta es un espacio donde nos damos un respiro para celebrar, dejando de lado diferencias y preocupaciones. Necesitamos celebrar. Que conozcan los orígenes de nuestra fiesta y cómo el pueblo se las ingenió para que perdure. A pesar de nuestras diferencias y discursos, la hemos sostenido entre todos. Y eso merece ser aplaudido”.