La Fiesta Nacional de la Vendimia se reencuentra con uno de sus directores más apasionados: Pablo Mariano Perri, quien en 2026 dirigirá el acto central. Su propuesta hace dialogar la memoria, las raíces y la esperanza en el marco del 90º aniversario de la celebración máxima de nuestra provincia.

En una entrevista con el director de la próxima edición, Perri nos cuenta sobre su vínculo con la Fiesta de la Vendimia, que nació en la infancia y nunca dejó de crecer. Se refleja en cada palabra, en cada recuerdo y en cada decisión artística. Esta es su mirada, contada en primera persona.

Una historia que empezó a los nueve años           

Su primera conexión con Vendimia no fue presenciándola desde el Teatro Griego, sino desde los cerros, cuando fue al acto de repetición acompañado de su madre. Él mismo lo recuerda con claridad, como si fuera una postal que nunca dejó su memoria.

– ¿De dónde nació la pasión por ser del mundo de la Vendimia?

– Tuve mi primera experiencia con vendimia a los 9 años, cuando fui a la repetición. Vio vendimia desde los cerros. Cuando vi el espectáculo le dije a mi madre: “Mamá yo algún día quiero hacer eso, quiero estar ahí’. Y mi mamá me respondió: “Para eso tenés que aprenderte muy bien las tablas”. Con el tiempo entendí qué quería decir con eso: hablaba de disciplina, de estudiar y perfeccionarse.

Esa frase lo acompañó siempre. Fue guía y motor. Y lo llevó a dirigir vendimias distritales en Palmira y San Roque, luego la departamental de Maipú en 2017 y, finalmente, en 2024, alcanzar por primera vez la dirección de la Vendimia Central.

El regreso al Frank Romero Day

– ¿Qué significa volver a estar al frente de esta fiesta tan importante para nuestra provincia?

– Un orgullo, una gran responsabilidad y una gran satisfacción. Porque ganar la primera estuvo bueno, pero ganar la segunda indica que este es el camino.

– Aquella edición 2024 que dirigiste con la propuesta “Coronados de historia y futuro”. ¿Qué aprendizajes de esa experiencia tenés en cuenta para aplicar en esta nueva Vendimia?

– Todo fue aprendizaje y yo siempre digo “nunca se termina de aprender”. Cada vendimia tiene lo suyo, entonces ésta también me está enseñando. Pero bueno hay muchas cosas de haber vivido la vendimia de 2024 que me ayudan a adelantar, ir un poco más adelante de la situación. La experiencia es todo.

El nacimiento de “90 cosechas de una misma cepa”

Pablo compartió que la idea surgió en ensayos de la Vendimia 2024, casi como un destello.

– ¿Cómo nació la propuesta?

– Soy muy fanático de la Vendimia, la amo, me corre por las venas. Estando con mi actual productor, que en ese entonces era mi asistente, se me ocurrió la idea. Le dije que tenía que girar en torno a los 90 años. Esta metáfora nos hace repensar y volver al pasado, a las raíces, a la identidad mendocina. Y también nos hace pensar qué pasaría si nos reina el olvido. Un pueblo que olvida sus raíces y su identidad pierde todo.

Pero el olvido, no es lo importante de esta propuesta, también comparte un mensaje de esperanza. Porque, como afirma Perri, “si Vendimia ha vivido durante 90 años es porque siempre se ha ido modificando y adaptándose”.

La tierra, la historia y las voces que lo inspiraron

El guion se sostiene en los pilares culturales de Mendoza y en la memoria íntima.

– ¿Qué te inspiró?

– Vivimos en una tierra que es pura historia, la cuna de la libertad. También tuve en cuenta nuestro antepasado huarpe, que tanto nos enseñó. Y cómo llegaron nuestros inmigrantes. Mi mamá, que era nieta de inmigrantes, siempre me decía que a todo hay que ponerle alma, corazón y vida. Eso también se rescata en la Vendimia.

En esta edición aparecen personajes nunca antes vistos y tecnología que acompaña el relato sin desplazar la identidad.

– ¿Se puede combinar tradición con innovación?

– Ya desde la historia que planteamos, es innovadora porque hay personajes que nunca han estado en la fiesta. Y también hay elementos tecnológicos. La tradición se amalgama con la nueva tecnología. Es un espectáculo donde recomiendo a los espectadores que estén atentos todo el tiempo porque es una obra con muchos momentos de impacto. Si te girás dos segundos, cuando volvés a mirar te encontrás con algo diferente”.

Crear, enseñar y dirigir

– ¿Qué aportan tus profesiones de escenógrafo y docente a tu rol como director de Vendimia?

– Yo estoy muy feliz de haber encontrado la profesión de escenógrafo desde pequeño. Desde adolescente yo decía que quería ser diseñador escenográfico porque tuve una persona que me enseñó esa carrera y me dijo “vos debés ser eso”. Es una carrera tan amplia que tenés iluminación, vestuario, utilería, diseño, planos cinematográficos.

Yo creo que ayuda mucho ser escenógrafo en mi carrera de director. Te ayuda a estar atento, a anticiparse y a estar al servicio de la escena, y eso no lo pierdo. Además, la docencia me enseñó la paciencia, la forma de cómo dirigirme hacia el otro y saber cómo explicar.

Un deseo para Mendoza

En sus palabras finales, Perri vuelve una y otra vez al corazón de su propuesta: la identidad. Por eso, cuando imagina cómo le gustaría que el público recuerde esta Vendimia, responde sin titubear: “Como la vendimia que marca y muestra nuestra identidad”. Y en esa frase se resume todo su recorrido, desde aquel niño que miraba el espectáculo desde los cerros hasta el director que hoy tiene en sus manos la responsabilidad de celebrar 90 años de historia.

Su deseo es claro: que cada espectador salga del teatro griego con la certeza de haber visto una fiesta que honra lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos seguir siendo. Una Vendimia que deje huella. Una Vendimia para recordar.