En una entrevista íntima, Alejandrina Funes repasa su año vendimial en el marco de los 90 años de la fiesta. Comparte el cariño recibido en cada viaje, su vínculo con la comunidad y lo que significa Vendimia para los mendocinos, mientras comienza a proyectar su futuro después del reinado.
La actual soberana de la fiesta máxima de nuestra provincia, proviene de Capdeville, localidad ubicada en el departamento de Las Heras, y tiene 23 años. Como estudiante avanzada de la Licenciatura de Obstetricia y subteniente de reserva del Ejército Argentino, combina disciplina, vocación de servicio y sensibilidad social.
La voz de una mujer encargada de representar a toda una provincia
Alejandrina Funes continúa recorriendo la provincia con una agenda cargada de actividades y encuentros con la comunidad. En esta entrevista, repasa sensaciones, aprendizajes y el detrás de escena de un año inolvidable.
–¿Cómo ha sido el recorrido desde “Guardiana del Vino Eterno” hasta hoy?
– Ha sido un camino muy intenso y enriquecedor. La agenda ha sido súper exigente, pero también muy hermosa. Con Sofi (Virreina Nacional de la Vendimia) nos hicimos muy compañeras, y eso hizo que todo el trabajo fuera mucho más ameno. Yo creo que lo más valioso que me ha dejado este recorrido es el crecimiento en todos sus aspectos: a nivel personal y emocional.
– ¿Qué significa para vos haber sido elegida en esa noche tan especial, en un escenario tan imponente como el Teatro Griego Frank Romero Day?
– La verdad que implica mucha responsabilidad y es un gran honor poder portar estos atributos que llevan tantos años siendo parte de la provincia.
– Durante tu año de reinado, ¿Hubo algún encuentro, viaje o anécdota que recuerdes especialmente?
– Todos los viajes que hicimos con el equipo de Turismo fueron muy divertidos y emotivos. En cada lugar nos recibieron con muchísimo cariño y respeto. Realmente valoro cada uno de esos momentos. Además, si tengo que pensar en un recuerdo especial, la semana que pasamos en el hotel fue mi momento favorito, aunque también el más cansador. Todo se vive con nervios, ansiedad y mucha emoción. La Vía Blanca y el Carrusel también fueron experiencias completamente nuevas.
90 años llenos de historia y emoción
El próximo año, se conmemora casi un siglo desde la primera edición de la Fiesta Nacional de la Vendimia que ocurrió en 1936. A lo largo de los años, la fiesta ha mantenido las tradiciones que representan las raíces mendocinas, pero también, ha ido evolucionando junto a la sociedad. A continuación, Alejandrina nos ofrece una mirada actual de cómo se vive la fiesta desde adentro.
– ¿Cómo describirías lo que representa Vendimia para vos y para todos los mendocinos?
– Representa mucho amor, resiliencia y trabajo. Yo creo que esos son los tres pilares fundamentales que identifican a Vendimia, aunque claramente hay mucho más detrás de esta fiesta tan simbólica.
– El rol de la reina y virreina ha ido cambiando a lo largo de estos 90 años ¿Cómo caracterizarías ese rol hoy?
– Creo que hoy ambos roles se viven más como una relación de compañerismo. No es solamente simbólico, sino que se sustenta en el apoyo mutuo.
Un recorrido lleno de gratitud: vivencias que recuerda con cariño y sueños que la esperan después de la corona
En este último tramo de la entrevista, Alejandrina revela cómo vivió desde adentro la intensidad de Vendimia, el cariño de su comunidad y las emociones que marcaron su recorrido.
– ¿Sentís que ser reina te permitió conocer Mendoza desde otro lugar?
– Sí, me permitió conocer Mendoza de norte a sur, así que eso lo valoro un montón. También llegué a lugares que pensé que nunca iba a llegar y conocí personas que no pensé que iba a poder tener cerca. Vendimia tiene eso: solidaridad, amor y muchos eventos donde te encontrás con gente que ama la fiesta de los mendocinos.
– ¿Qué mensaje te gustaría dejarles a las próximas candidatas?
– Que vivan todo con mucha paz y amor, y que disfruten cada instante porque se pasa volando y son momentos únicos. Pero, sobre todo, que sean compañeras y se respeten entre ellas; nunca se sabe quién será la reina y virreina nacional,y durante un año, se van a tener que acompañar mutuamente.
– Para finalizar, ¿Qué sueños o proyectos personales te gustaría realizar después de esta etapa?
– Terminar mi licenciatura en Obstetricia, ejercerla y ver qué camino me espera más adelante, confiando en lo que Dios tenga preparado para mí.
Cuando la experiencia se vuelve legado
La historia de Alejandrina Funes se teje entre la emoción de representar a su departamento, la responsabilidad del rol y la gratitud por cada encuentro vivido en estos meses. Su voz refleja la esencia de Vendimia: comunidad, tradición y un profundo amor por la tierra. Mientras proyecta su futuro profesional con la misma entrega que puso en su reinado, deja un mensaje que confirma que, más allá de la corona, lo que permanece es el vínculo con la gente y la fuerza de cada sueño por venir.
